lunes, 4 de mayo de 2009

Entrada

Ya pase por aquí, prefiero nadar contra la corriente, ver si llegan las maletas hasta el otro lado. No me importa tanto lo que se gaste de mi cuerpo, mi sangre se pierde en el agua, la ropa que cae será útil a otro tendedero. Tengo suficiente para huir de tus palabras, ver el peligro de volver a darme cuenta, recalcar lo que me encierra.
Los gritos del cuarto, la ventana de enfrente, el miedo a la tinta, tu mirada y la mía. Siempre viendo las manchas antes que el color original, contradiciéndose y llamando diferente lo que quiero evitar. Aquí se agota mi mente, tiembla el inconsciente ante el error de todo lo que creo tener, todo lo que no podría perder. No se rinde, solo ama esconderse. Abrir los ojos para no sentir los demás.
Me impone esta calma, me levanta la ignorancia. No hay resistencia que detenga al tiempo. Son caminos fuertes, muestran todo lo que persigo, lo que imagino en minutos perdidos, que se queda frío, que regresa para callarme y delatar lo que no puedo cambiar.
Guárdame otro rato entre tus hojas, soy mejor en tu presencia que el reflejo de estas grietas. Písame y deja una marca en el suelo, algo que me haga quedarme, algo que no se borre con el viento.

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